Una vez más postrado, arrodillado a los pies del imponente Anboto, en esta ocasión desnudo al cielo metro a metro, orgulloso de su talante, muy seguro tumbado en su lecho.
Una vez más el sonido del cuenco del zendo…, su vibrar resuena con fuerza, y como casi siempre, ese eco, esa reverberación, despierta algo profundo…, algo se mueve muy adentro.
Cierro los ojos, lentamente…, poco a poco el silencio va devorando imágenes, emociones, sonidos, pensamientos…, atento al vaivén, observo su inexplicable movimiento, ensimismado hasta sentir su caminar sin dueño.
Miro escondido, furtivo, y como casi siempre, una vez más, ese extraño, ese sublime momento…, momento perplejo con destino incierto, y como casi siempre, acongojado, siento palidecer todo mi ser, todo mi cuerpo… Así, pierdo el asidero sin quererlo…, abandonado en ese vacío, en ese hueco, cambio de forma, cambio de universo, a veces de luces, a veces de sombras, y sólo alguna vez entre cientos…, ese aroma…, ese sabor…, ese aliento…, esa extraña unión de dolor y el más sublime, eterno sentimiento.
¡Imposible decir su forma! ¡Imposible hablar de ello! Sólo me consume…, me abrasa…, ¡me revienta por dentro!
Ya nada importa. Murió el miedo, por fin se rindió, se doblegó el duro Ego…
Súbitamente emerge una voz, alguien va rasgando el silencio…, desprevenido no entiendo…, esa palabra, esa voz que hiere como un escalpelo…, atónito, rendido, emocionado, enmudezco…, vuelve el silencio…, a lo lejos todavía resuena su eco, y siento y comprendo el infinito abismo que separa las palabras, los sonidos, cuando no son pronunciados…, cuando permitimos que los susurre el viento.
Ion
VOTOS DEL BODHISATTVA
Que pueda ser un guardián para los que necesitan protección, una guía para los que caminan, un bote, una balsa, un puente para los que desean atravesar un río…
Que pueda ser una luz en la oscuridad, un lugar de reposo para los que están agotados, una medicina sanadora para todos los que están enfermos, una vasija de abundancia, un árbol de milagros…
Y para las innumerables multitudes de seres vivientes, que pueda aportarles el sustento y la iluminación perdurables como la tierra y el cielo, hasta que todos los seres se liberen del sufrimiento y todos estén despiertos.
Shantideva
Un fortísimo abrazo para todos.