Todos los fascismos pretenden que las gentes piensen, sientan y actúen contra la Vida. De ahí que todos, arruinando la vida del prójimo, hayan acabado construyendo también su propia ruina. Desde hace unos días, FASCISTA ha dejado de ser la estrella de los insultos: ahora es una realidad que mata. El laboratorio político que se gesta en Madrid, sería más que suficiente como para que los intelectuales judíos de la Escuela de Frankfurt, repitieran hoy su estampida desde Alemania hacia el extranjero al intuir lo que les (nos) venía encima.

En el fondo -y en la superficie- un fascista es una persona irracional que carece de un pensamiento autónomo; por eso teme todo tipo de autonomías, incluída la propia; por eso su virtud es la obediencia. Es una lección que no acabamos de aprender. Obedecer a la programación de ser los mejores, el pueblo elegido, el super-hombre etc, etc, no son sino hechos que desvelan la pasión delirante por ignorar las zonas abismales de nuestro inconsciente colectivo. Serán otros grupos -, los gays, las prostitutas, los gitanos, los marroquíes, los negros, los Menas.- los verdaderos animales, los delincuentes, los que nos contaminan, los que manchan nuestra pureza, o -empleando jergas más modernas- los que arruinan nuestro sistema de seguridad social.

No recuerdo dónde leí algo así como: «Dibuja en el rostro del enemigo la envidia, el odio y la crueldad que no te atreves a admitir como propias. Ensombrece todo asomo de simpatía en sus rostros, deforma su sonrisa hasta que adopte el aspecto tenebroso de una mueca de crueldad. Exagera cada rasgo hasta transformar a cada ser humano en una bestia, una alimaña, un insecto. Cuando hayas terminado el retrato de tu enemigo podrás matarlo y descuartizarlo sin sentir vergüenza ni culpa alguna». (asómate a los medios de comunicación …y mira). Y enviarle en un sobre cuatro balas de Fusil Cetme, usado por el ejército español.

El proceso de gestación de la crueldad es siempre igual: primero se crea la imagen, luego el arma . La propaganda siempre precede a la tecnología. El fascismo, no es una reliquia del pasado. Nunca se fue.

Pero está de nuestra parte crear puentes, hacer realidad el sueño de la fraternidad que anida en tu más profunda vena. Aunque te llamen comunista. Urge crear puentes, urge abandonar el odio, urge crear…un mundo más fraterno, no te demores.