El Cielo espira en bocanadas de agua.
Centelleando y cantando hunde sus raíces en la Tierra.
Es tan generoso y potente que intimida.
La Tierra, agradecida, abre sus poros e inspira, llenando a rebosar sus pulmones.
El Cielo espira en bocanadas de agua.
Centelleando y cantando hunde sus raíces en la Tierra.
Es tan generoso y potente que intimida.
La Tierra, agradecida, abre sus poros e inspira, llenando a rebosar sus pulmones.