Descolgarse de cualquier aferramiento que sirva de lastre a las demandas del Ser; decidido, incluso a borrar del mapa memoria de mí; a des-bautizar, mi propio nombre, para, de ese modo ausente de mí mismo, estar plenamente presente en el Todo, abierto y disponible.
De qué manera, observa, resbala la balada de la luna sobre los cantos húmedos del río, sin aferrarse apenas a la bruma envolvente del remanso, a esas sombras que habitan lo aparente.
Todo va sucediendo en su fluir, todo deja de ser para sí cuando Seguir leyendo Soltarse