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Recuerdo de Plácido

Eran las 8,45.  Begoña (a la que yo llamo la Teresa de Calcuta laica, sin dar más pistas) interrumpió mi desayuno: Plácido –voy a llamarle así- había fallecido. Plácido, llegó de Italia acarreando en su espalda el peso de una vida marginada llena de luces y de sombras. Fino artista que combinaba con delicadeza y creatividad el óleo y la madera. Para mí era un compañero de camino, un ser querido de mi nueva familia, de la raza de los que no tenemos raza. Desde la ambulancia al Hospital fue atendido por brazos femeninos generosos. Hasta llegar a Urgencias. “Porque al enterarse de que era drogadicto –me dicen- se desentendieron de él”: “Mañana le daremos de alta…” exclamaron, que es el modernismo científico-médico que enmascara el desinterés. “A los drogadictos les escupen, sobran, los barren de los boxes”. Pero Plácido murió allí, donde estaba prohibido aparcar.

No tenía raíces, ni era hijo ni hermano ni cuñado de un político. Plácido era Seguir leyendo Recuerdo de Plácido

Todo lo que asciende converge

Circular de Rafael Redondo para caminar sin dispersarse

Intenso otoño, pleno de cursos, zazenkais, iniciaciones, talleres, con sus páginas web atiborradas de cursos, de opiniones de maestros, de mensajes y mensajeros…

Pareciera -y de algún modo lo es- silencio en ruido transmutado. Por ello, se hace necesario, casi urgente, re-COR-dar quiénes somos en la peculiaridad de nuestra sangha, de nuestra práctica, de nuestro sendero diseñado por y para nosotros (desde donde con mochila desnudos caminamos, y al mundo, disponibles, nos abrimos).

Cuando esto escribo llega, en cuestión de horas, a nuestra comunidad el Maestro Brazier desde el budismo; y muy pronto el Maestro Vidal, con su cristianismo. Y arribará también el mitra Vicente Gallego, y Juan Annucibai, y Celso Navarro, y…

TODOS DESDE LA PROFUNDIDAD NOS ENTENDEMOS Y QUEREMOS.

Sólo quiero decirte algo que no es nuevo y que en boca de León Felipe siempre te he dicho:

Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol…
y un camino virgen
Dios.

Busca tú camino, para eso naciste. Y en ese empeño te acompañará IparHaizea.

Un verdadero maestro unifica, no dispersa. Y el Maestro es  Seguir leyendo Todo lo que asciende converge