Crónica de un encuentro
Sesshin febrero Ipar Haizea. Berriz
Surgió en este sesshin una pregunta: ¿que zen es el que se vive en IparHaizea? Y me gustaría, con esta crónica del encuentro, del retiro que viví, dar mi respuesta a esa pregunta.
Percibí, en primer lugar, un profundo respeto por la práctica, por lo que nos convocaba en este encuentro, simbolizado por un pequeño y sencillo altar, en el centro, donde estaban representados los elementos. Fuego, aire, agua y tierra y el espacio, el vibrante espacio vacío del zendo.
Percibí también una atención plena al reparto de tareas entre las personas que sostenían la organización, a hacerlo todo entre todos, con un cuidado muy amoroso hacia el grupo.
Pero sobre todo viví sinceridad, verdad, todo era corazón. Las formas estaban al servicio de esa autenticidad, de ese latido, y eso es lo que mantiene viva la práctica.
Hablábamos de renombrar el zen, porque ese nombre es japonés, y pensaba en una palabra, que para mi tiene el significado más Seguir leyendo El Zen de la Vida