Resucitar es un cambio radical de conciencia, una transformación en toda regla. De arriba abajo.
Transformarse requiere gran valor. Para renacer es preciso morir, cambiar el ADN, ser otra persona con otro patrón de vida. Meditar es seguir el derrotero inverso de la sociedad, las antípodas del pensamiento habitual, el camino del guerrero. Que la valentía te anime a despertar e invitar a despertar; a transformarte e invitar a transformarse. En realidad la transformación, con toda la carga de muerte que ella implica, merece ser celebrada, porque la extinción del ego, supone la apertura al Ser, la bondad elemental, una ganancia real, digna de dicha y alegría.
Misión nuestra es hallar el sentido de