Calla, escucha, y, sobre todo, siente, de qué manera el silencio se instala en tu cuerpo, mientras te aprieta entre sus vacíos brazos te asfixia y destituye. Vete tomando nota -si de verdad te atreves a seguir la dolorosa pero liberadora indagación- cómo el continuo crepitar del Misterio ahoga tu enorme miedo. Y sigue, sigue prestando oídos al zumbido del Fondo de tu origen.
Continúa el camino -aunque sea por rutas escarpadas- y detecta cómo, “eso” que llamas dios se manifiesta en la distancia y espera en la lejanía. Y de ese modo nos desborda y sobrecoge.
Pero persevera, experimenta en tus latidos el oleaje de tu sentimiento de inmensa carencia, el molde donde se troquelan las demás escaseces, la matriz en que se engendra la fila de indigencias que por tu cansada mente desfila.Y mira cómo, impaciente, deseas a cualquier precio aplacar tu sed, huir del vacío llenándolo de objetos, de objetivos de proyectos; para luego, como siempre, decepcionado, brincar de Seguir leyendo Calla y escucha…