El Cielo juega con nuestras falsas creencias y dogmas adquiridos por el tiempo y su inercia. Seguramente se divierte desmitificando lo que hemos ido endiosando a lo largo de los años. A veces el Maestro no luce ninguna barba blanca, ni habla con solemnidad,ni viste con majestuosidad… A veces los Iniciados no moran en las faldas de ningún Himalaya, sino más cerca de lo que nunca llegáramos a pensar. El Instructor, el Guía se manifiesta a menudo tras la faz más insospechada, más cotidiana… Ahora sé que no hay necesidad de seguir esos pasos santos en el otro extremo del mundo.
Apenas lo he visto en faena, pero no necesito hacer ningún esfuerzo para imaginarlo. La maestría no se manifiesta necesariamente sobre la moqueta acolchonada, entre atmósferas inciensadas, arropada entre músicas de otras esferas. En esferas más cercanas se esconden a menudo ejemplos que desconciertan. Hay infinitas formas de lavar, peinar, afeitar a una persona impedida. Imaginaros aquella que se derrocha en ternura, en cordialidad, en perenne sonrisa, en silente amor… Sólo hay un camino hasta el Seguir leyendo Los otros maestros, por Koldo Aldai