Corren tiempos difíciles, caóticos… todos los sistemas (político, económico, religioso, educacional…) que soportaban nuestra sociedad están comenzando su final. Esto es algo que tenía que llegar, pues lo que el hombre ha creado y diseñado hasta ahora está destinado a fracasar. Y no porque el hombre no sea lo suficientemente competente, sino por el estado de conciencia desde el que todos estos sistemas han sido creados. Comparto lo que el gran maestro Krishnamurti siempre decía: la crisis no es exterior, sino interior. El estado en el que el mundo se encuentra es un fiel reflejo del estado interior de los seres humanos.
A lo largo de millones de años hemos aprendido a caminar erguidos, a fabricar herramientas, a comunicarnos primero con gestos y sonidos guturales y más tarde con palabras y expresiones más complejas… Sabemos sumar, multiplicar, cambiar una bombilla, diseñar y construir un cohete con el que llegar a la Luna… Hemos aprendido tantas cosas… Y en cambio, aún no hemos aprendido el AMOR . Por eso, el mundo está como está. Pero a pesar de todo, no debemos asustarnos. No debemos sentir miedo sino que tenemos que entender que todo es perfecto tal y como es. Porque, si la oscuridad no existiera, ¿cómo sé entonces que la luz es luz? ¿Cómo puedo apreciar, sentir verdaderamente la LUZ si nunca he sentido la OSCURIDAD?
Y cuando llega la oscuridad, cuando llega la crisis, ¿qué debo hacer? ¿Cómo puedo afrontarla?
Cuando me encuentro en una situación de vida en la que no quiero estar porque me hace sentir dolor, ansiedad, desesperación, tristeza…, sentimientos que me han enseñado a clasificar como “negativos” y que rechazo, que me niego a sentirlos, debo recordar que Seguir leyendo Meditación, el camino de la transformación, por Beatriz Gonzalez