Para Andoni y María, mis compañeros del camino a la eternidad.

Mi intención era que este texto fuera leído en el funeral de Andoni, pero no pudo ser. Sin embargo, estará presente no solo en nuestro corazón agradecido, sino también a la vista de quienes buscan e sentido del vivir más allá de la vida y de la muerte.

Cuando mi oración se hizo más callada y más interior,

tuve cada vez menos que decir.

Al final me callé del todo.

Me volví un oyente,

lo que seguramente es

un mayor contraste al hablar.

Primero creí que rezar era hablar.

Pero aprendí que rezar no es

solamente callar, sino escuchar.

Así es:

Rezar no es escucharse hablar.

Rezar es:

Ir callándose y estar en silencio y

esperar hasta que el orante

oye a Dios.

SÖREN KIERKEGARD

 

Solo –clamaba Dürckheim- en la medida en el que el hombre se expone una y otra vez a las aniquilaciones del mundo, puede surgir en él aquello que es indestructible. En esto yace la dignidad del atreverse a dar el salto.

Y añade: El objetivo de la práctica (de la expansión de la conciencia) no es desarrollar una actitud que le permita al ser humano adquirir un estado de armonía y paz, en el cual nada pueda molestarlo. Por el contrario, la práctica debe enseñarle a dejarse asaltar, perturbar, empujar, y hasta romper; es decir, debe permitirle animarse a abandonar su anhelo fútil por la armonía, la ausencia de dolor y una vida cómoda, para poder descubrir, luchando contra las fuerzas que se le oponen, aquello que lo aguarda más allá del mundo de las polaridades.

“El primer requerimiento es tener el coraje para enfrentar la vida mirando los ojos a la muerte. Solo si nos aventuramos en forma repetida y estable a través de estas zonas de aniquilación, puede hacerse firme y estable nuestro contacto con el Ser Sobrenatural, que está más allá de toda aniquilación. Cuanto más aprende un hombre a hacer frente incondicionalmente al mundo que lo amenaza, más se le revelan las profundidades de la Naturaleza Esencial del Ser y más se le abren las posibilidades de una nueva vida en continua Transformación.”

Es en este contexto como os invito a la lectura –para muchos, relectura- de las dos cartas de nuestro compañero de Camino, Andoni, que, a título póstumo, y con su permiso, transcribo y comento.

Querido Rafa: Tal y como hemos quedado te indico a continuación cómo estoy viviendo la enfermedad: Como sabes estoy perfectamente informado de que TENGO UN CANCER DE PULMON QUE ESTA PEGADO A LA AORTA Y POR TANTO NO SE PUEDE OPERAR. AUNQUE SE LE APLIQUE QUIMIOTERAPIA Y RADIOTERAPIA NO LO VA A CURAR. HA PRODUCIDO METASTASIS EN GANGLIO, COSTILLAS Y FEMUR Y ES MUY AGRESIVO. LA MEDICINA NO TIENE SOLUCION Y LA ESPERANZA DE VIDA ES MUY CORTA.

Desde que tengo conocimiento de todo esto nunca he dejado de estar sereno (en ningun momento). Miro las cosas de frente y vivo lo que tengo que vivir. Tengo el DEBER de luchar por vivir, pero sabiendo que LA VIDA  tiene sus pautas y ella decidirá lo que tenga que ser y yo tengo la obligación de ACEPTAR lo que la citada vida decida. Lo que si tengo que decirte es que el ego (con minúsculas) ha pasado a un segundo lugar. Ya no se monta películas puesto que no tendría sentido, y eso es porque sabe perfectamente lo que hay y por tanto poco tiene que opinar. Esta serenidad es maravillosa y no puedo describirla con palabras. Lo único que sé es que tengo que dar gracias por cada instante que se me concede y disfrutar de lo que cada día me depare y como dice la canción «GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO………….».

Recibe un fuerte abrazo de Andoni.

Querido Rafa: Como continuación al correo que te envié ayer quiero añadirte lo siguiente que considero muy importante: LA SERENIDAD DE LA QUE TE HABLO Y DE LA CUAL DISFRUTO NO ES MIA. NO SE DE DONDE VIENE NI PUEDO DESCRIBIRLA, PERO ES MARAVILLOSA. DOY GRACIAS A «ELLO» POR LA MISMA. SE ME ESTA REGALANDO Y TENGO ESA SUERTE. YO NO TENGO NI CAPACIDAD NI NADA PARECIDO PARA CONTROLARLA. SIMPLEMENTE ESTA AHI.

Un abrazo.

Andoni

Nuestro compañero Andoni, dejó el mundo de las formas el jueves,19 de Abril, de este año, cerca de cuarenta días después de haberme escrito esta especial y emotiva carta. En plena primavera. Su singularidad no reside solamente en el ejemplar valor y dignidad con que afrontó la muerte, sino, sobre todo, en la confianza básica en la Vida que mostró en el corto, pero denso, proceso que experimentó en su interior desde que el día en que escuchó el duro diagnóstico, hasta su final. Y puedo decir sin traicionar a la verdad que Andoni se ha ido con la elegancia propia de un verdadero Maestro. Miró de frente los ojos vertiginosos de la muerte; supo morir antes de morir, y quien eso hace no muere jamás. No aceptó leer libros ni textos que sus amigos generosamente le recomendaron como interesantes para su situación. “Los libros –me comentó- hablan de las experiencias de otros, a mí me sobra con la mía”. Efectivamente, su verdadero libro no era otro que el océano de experiencias interiores que le brotaban en silencio. En sus últimos días quiso, y hasta impuso, el recogimiento y la soledad porque era muy consciente de su final y de que no tenía asidero en que aferrarse fuera del silencio del Ser. Su yo había dejado de ocupar un lugar en el tiempo. Lo miraba y explicaba con realismo. Y con humor. En un sueño escuchó unas palabras: le era concedida una prórroga, y en ella tendría una especial experiencia: Y la experiencia del Ser hizo su aparición en su trayectoria final: estoy viviendo en otra dimensión…-comentaba- . a la vez que comunicaba, sin dejar el humor del que fui testigo, la imposibilidad de transmitir con la palabra el Fondo de la Realidad que le habitaba.

Mientras sufría el dolor corporal con valor, exigía a los médicos que no le «chutaran» con excesiva morfina, pues quería acabar lúcidamente, conscientemente. Y “salir de la jaula”: en otro sueño le fue dado ver una jaula con la puerta abierta, imagen arquetípica de la Gran Liberación.

Andoni, como me comentaba el gran poeta Vicente Gallego, “se ha encontrado consigo mismo”, ha llegado al Fondo. El Maestro Eckhart dice: “Cuando llegue al fondo, al Principio, a la Fuente de la Divinidad, allí nadie me preguntará de dónde vengo ni dónde he estado. Allí nadie me echará de menos, allí Dios deja de ser Dios” Nosotros nunca hemos estado fuera de Dios. Rumi lo confirma diciendo: “Antes de que hubiera un jardín, viña y uva en este mundo, nuestra alma estaba borracha de inmortalidad”.

Andoni, insisto, se ha ido como un Maestro verdadero;  nos ha enseñado la última lección: si somos capaces de aceptar lo aparentemente inaceptable abandonando nuestras posiciones adquiridas, nuestra “concepción de la vida”, nuestros pequeños puntos de vista e identificaciones con el pequeño personajillo labrado desde la adolescencia, un inexplicable manantial de luz iluminará el abismo de oscuridad que nos asfixiaba, una luz más alta guiará nuestro último tramo del camino, donde toda duda se acalla.

Sólo del gran Silencio puede germinar nuestra capacidad de dejarnos deslumbrar ante los mínimos gestos en que se expresa la Vida; también de detenerse ante la experiencia, siempre nueva, del Ser, para, curiosamente, asombrarse del propio asombro, abriendo los ojos como los abre un niño: despertando a la inocencia que brota del Origen.

Yo he sido testimonio de ello, y lo dejo escrito, el veintiuno de abril de 2012.

María, la sangha Ipar Haizea, acoge con profundo agradecimiento tu disposición, tu confianza básica en lo Básico. Acompañando a Andoni, nos hemos sentido acompañados todos. Nos tienes para siempre, te tenemos para siempre. Gracias.

Tu amigo Rafa

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