RETIRARSE EN BERRIZ

Gracias Esther Munguia Etxabe por lo vivido, sentido, compartido… Seguimos caminando.
Gracias Rafael Redondo Barba por tu Presencia, siempre.
Gracias al maravilloso grupo
RETIRARSE EN BERRIZ
Nos llegan ecos de Silencio.
Elocuentes tambores resuenan.
Invitación discreta a caminar sobre el cojin.
Zazen
Morir a contrareloj
para despertar en consciente puntualidad.
Kin Hin
Pausa voladera.
Paso a paso sobre el filo de lo posible.
El Silencio afina la mirada,
ensancha el aliento,
agranda la conciencia,
expande la presencia.
Otra temperatura me abrasa.
Arde la lágrima más oculta.
El Anboto permanece en quietud.
Testigo neutral de los tiempos.
Dios es Verde hoy en Berriz.
Y trina y huele a anhelo ancestral
A sagrado encuentro
Y llueve…
Y se hace Uno,
allá, en el horizonte
con tu mirada.
Basta desprenderse para engendrarse
Morir para volver a nacer
Y renacido sembrar a puñados
La plenitud que somos
Florecerán jardines.
Quién sabe dónde.
Quién sabe cuándo
Quién sabe por qué.
Raíces al viento,
Múltiples formas y colores.
No se trata de saber
Caminar sin destino
Tan solo caminar
Respirar sin rumbo
Tan solo respirar
Vislumbrar el espejismo del ego,
alumbrando la osadía de estrenar cada instante.
Avanzar sobre polvo de incienso
Expandir el vibrar del metal
Retumban truenos a lo lejos.
Vivir sin sobresaltos el instante.
Quietud en la roca del Ser
Retirarse para acercar.
Acercar para transformar.
Transformarr para acercar…
Y mostrar en lo cotidiano
lo inmenso de lo oculto.
Hasta hacer del instante
lo infinito.
De lo diario
lo sagrado.
Del ruido,
Silencio
De lo separado,
Uno.
Retirarse para acercar…
… para acercarse.
Eso es todo.»
-Paloma –

 

Múisca: Enya – The First of Autumn

 

 

…También sé bien

….También sé bien, que en las horas oscuras, me concedes -como a todo ser viviente concedes- la dicha de comprender que Tú estás a mi lado más que nunca, que tu cayado me acompaña; que Tú estás en tu Padre y yo en ti y Tú en mí. Porque, gracias a ti, también sé bien que para ver claro en la luz de la Pascua necesario es pasar por el sudor de Getsemaní.
Por todo ello, me despido de este día a través de la oración de Teilhard de Chardin que hago mía ahora más que nunca:
En las manos que han sido taladradas. En las manos que sólo se han abierto para acoger y bendecir. En esas manos por las que pasa un amor tan fuerte, es confortador entregar el espíritu.
Rafa Redondo

Deseo recibir a la Muerte en estado disponible: siendo Nadie, porque ella es impotente ante el Vacío. Porque nada puede la Muerte ante la Nada. Exiliarme no es fracasar; tan sólo es el cumplimiento desbordante del Ser que anima el alma; y el que me impulsa a amar , mansa o rabiosamente a mis semejantes.

Rafa Redondo

Música : Enya – A day without Rain

 

 

 

 

Tú, maternal Padre

 

Tú, Aliento enamorado; Tú, maternal Padre, que, amando, en tus candeales senos me diluyes y contienes; Tú, sangre de mi sangre, que latiendo en tus latidos, me tienes y mantienes. Tú, Vida de mis venas, que en las albas me recibes, y en las noches me sostienes. Tú, Unidad incombustible, que a terrenal carne y a vida eterna sabes; la que, ahora, muy a deshora, ya cansado, y por tu amor estremecido, me inspiras la dicha sin palabras de cantarte este canto agradecido.
Tras el antiguo amor del corazón del Padre Bueno, el que siempre añora
el hijo pródigo cuando retorna tras la aldaba de la casa….
Sus harapos, aunque más dorados que el imperio del hermano envidioso, no cubrirán el frío que al anciano padre obliga a abandonar su puesto de vigía.
Siempre me esperaste, Abba, a, mí, tu hijo, al despuntar el alba. He aprendido tu lección. Por eso, yo también me apresuro a perdonar, ¡que se tornen en carne los corazones de piedra, pues el viento es gélido y el día ha declinado…!
.
Fluiste de Dios, Padre, Abbá, siendo así como te sentiste Hijo de Dios, Hijo del hombre…: Yo te bendigo, Padre -dijiste-, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños.
Fluiste, Jesús, del seno de un Padre maternal que se vacía en amor. Tú, receptáculo esculpido en viva roca vaciada; Tú, apertura vacante, esa obertura, en sagrado himno devenida, que se prodiga en quién ha aprendido hacerse “nadie” y humilde como niño. Desde esa receptividad, clamo con Teilhard de Chardin en mis horas difíciles:
En las manos que han sido taladradas, en esas manos que sólo se han abierto para acoger y para bendecir, en esas manos por las que pasa un amor tan grande, es confortable entregar el espíritu.
Te dejaste esculpir, Jesús, te dejaste ser, para que nosotros también nos permitiéramos ser, haciéndonos, haciéndonos sencillos, haciéndonos a un lado, haciéndote un lugar. Y haciéndonos un ser horadado como tú, para que de ese modo Abbá dispusiera de un espacio que permitiera que Tú fueras una realidad en nosotros…
Ah, esa Presencia Pura, la que otorgas, a niños y sencillos, pero que con la sola razón, tendría yo que ser un ángel para descifrarla..
Ser como niños…
cazadores de instantes.
Dime, ¿a qué esperas?

 

 

 

 

 

 

 

Múisca: Vangelis – La Petite Fille De La Mer

 

 

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