El samu es la práctica del trabajo con atención, un trabajo que se realiza sin un ánimo de provecho personal, para el bien de todas las personas, y en este caso, para mantener limpio y cuidado el zendo. Es un trabajo que hacemos con la energía, la concentración, y el espíritu del don de la práctica de meditación.
Es tan importante la práctica del Samu como la práctica del Shikantaza (práctica de sentarse a meditar), por lo cual sería interesante que la mayoría de las personas que se acercan a nuestro lugar de meditación, también la practiquen.
La forma en que nos organizamos para realizar esta práctica de una manera sencilla es:
– Hay dos personas responsables que se encargan de la coordinación de los aspectos organizativos a nivel general de esta práctica.
– Cada semana hay una persona responsable de coordinar al grupo de personas que la va a realizar.
– Las personas que quieren participar en la práctica del Samu, comunican su disponibilidad horaria para poder realizarla.
– Se promueve que para no desvincular el Samu del resto de la práctica:
- Antes y/o después del samu se haga una sentada de meditación.
- La práctica del samu, se haga en silencio y en actitud meditativa.
Os invitamos a participar en el Samu, y a experimentar el compartir esta práctica.
Y a las personas que desde hace ya mucho tiempo compartís con nosotras y nosotros la práctica de la meditación, también os invitamos a dar un paso más de Samu, y que podáis participar en otras tareas como por ejemplo marcar el tiempo en las sesiones de meditación en el zendo, o participar en la organización de las actividades que habitualmente llevamos a cabo.
«El samu es la comprensión y la experiencia de la materia como espíritu. ¿Para qué vivir en este mundo material si no realizas tu pensamiento a través de la materia? El trabajo a partir de este espíritu verdaderamente se transforma en una panacea para la conciencia y está en la base de los poderes espirituales. Todos los grandes maestros lo practicaron con perseverancia, es porque la mayoría de las historias zen suceden en las huertas, en las obras o en las cocinas de los templos.»
Maestro Kosen