Kin hin se practica entre dos periodos de meditación. Es la postura de pié, la continuación de la concentración de meditación durante la marcha.
La parte superior del cuerpo está como en la postura de meditación sentada: la columna vertebral bien derecha, mentón recogido, nuca extendida, la mirada posada delante de uno a unos tres metros. La mano izquierda envuelve a la mano derecha y las dos manos se aprietan fuertemente juntas y se apoyan contra el esternón, los hombros relajados.
Se avanza de a medio paso, al ritmo de la respiración. La espiración corresponde a un tiempo de tensión, inmóvil. El cuerpo se distiende durante la inspiración y es en ese momento en donde se avanza. Como en meditación, se dejan pasar los pensamientos.