10. Díjole, pues, Pilato: «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo el poder de librarte y el poder de crucificarte?»
11. Jesús le respondió: «No tendrías sobre Mí ningún poder, si no te hubiera sido dado de lo alto;
Déjalo todo,
escucha cómo late,
hazte a un lado, ¡oye!
Y luego vuelve, a compartir lo que has oído y visto, que «hacerte a un lado» no es escurrir el bulto, sino dar luz y dar pan; las calles están atestadas de pobres. Que la mano suplicante, halle tu mano oferente.
Vacío oferente,
vacío suplicante.
Ambos en lo Uno…
Rafa Redondo
En el Peine de los Vientos palpé esa Presencia hecha Viento, Vacío y roca. Materia trascendida en diosa Mater.
…Situarse allí, al declinar la tarde, cuando el sol poniente, apoyado en el pedestal de las postreras nubes, esparce su luz residual, troceada en mil haces, quebrada y repartida como un Cristo que se parte y se trocea en el Pan de cada ola.
Morir así, desprendido, disponible, entregado al Ser, fundida en la Unidad nuestra ya lograda forma, al par que la tarde se arrodilla ante su propio ocaso; allí donde el Vacío deviene disco incandescente.
Tener el coraje de transitar por tus adentros como caña vacía que el aire bambolea, donde se cuela el Viento y torna en melodía sutil, lejana, de otro mundo, Aliento que todo lo desnuda, poema sin poeta. Para al fin clamar con fuerza a esta miedosa y amedrentada tierra occidental que el Ser del Viento te acompaña, que nadie tenga miedo, que has vencido al mundo y en tu despedida lo has preñado de esperanza.
Rafa Redondo
Música: Philip Glas – Strig Quartet