Eterno ahora
cortando los instantes;
inefable Presencia…
que huele a amanecer.
cortando los instantes;
inefable Presencia…
que huele a amanecer.
A causa de la entrega, rendida ya la existencia, aceptando la desolación, despunta en el el ser humano un nuevo sentido, una nueva luz. Lo sé.
Suspiro, espiro, inspiro…mis gracias por ser Tú.
Tú, Aliento enamorado, que, amando, en tus candeales senos me diluyes y contienes; Tú, que, oh, sangre de mi sangre, latiendo, me tienes y mantienes. Tú, Vida de mis venas, que en las albas me recibes, y en las noches me sostienes. Tú, Mater materia, amante incombustible, que a terrenal carne y a vida eterna sabes; la que, ahora, muy a deshora, ya cansado y por tu amor estremecido, al crepúsculo de este día inspiras la dicha sin palabras de cantarte mi canto agradecido…
Luz de mi luz, no eres una idea:
tu soplo la devastaría…
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De rama en rama,
la ligera presencia
de un gorrión.
Gustad al Ser,
en su sabor de origen,
ahora, en silencio…
en su sabor de origen,
ahora, en silencio…
Presencia, cierta, ilesa, ajena a las creencias,
no precisa mi fe;
latiendo en los instantes de mi cuerpo…
…Porque al ser Nadie,
le has permitido al Ser
ser-te, habitar-te…
le has permitido al Ser
ser-te, habitar-te…
Sigues ahí,
Presencia en la in-presencia.
Sopla el Oeste
Presencia en la in-presencia.
Sopla el Oeste
De mí me exilio,
jamás de tu ternura,
Maestro amigo
No arrases la esperanza,
o te alzaré mi voz,
melancolía….
R.R.