Queridos Rafa e Iván,
Ante todo, muchas gracias por el encuentro que tuvimos el 3 de enero. Gracias a los demás que con su corazón participaron en ese hermoso encuentro, tanto en el silencio, como en la palabra que surge de los afectos. Realmente fue un honor y una alegría ver los caminos que abre la Sangha, esos que se abren a cada paso, sin mayor aspiración que ser. Iparhaizea no es más que un sentir, la interpretación de la esencia, que va y viene entre las corrientes del amor, aunque he de expresar que ese sentir hecho Zendo es un regalo inmenso para el planeta. Gracias por no temer la materialización de ese sentir, que de por sí es particular, puesto que a la mínima que la forma se estanque, seguirá caminando, con la mochila de Iván. Ay, nómadas, hermanos viento, mis queridos compañeros del camino eterno, cuánto os he echado de menos, cuánto os echo de menos, pero estáis en mí, y sé que yo en vosotros.
Os envío, adjunto, algunas imágenes de esta temporada en México junto a los sentires que brotaron, esas esencias.
Os amo.
Alejandro