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Retiro de Meditación con Teresa Guardans del 16 al 18 de febrero de 2024 en Berriz

Retiro de Meditación con Teresa Guardans del 16 al 18 de febrero en Berriz

 

Vivir desde el silencio

Un fin de semana de silencio, en contacto con textos de sabiduría de distintas tradiciones espirituales, teniendo como hilo conductor la reflexión sobre silencio y vida cotidiana.

«Quien encuentra el silencio en su actuar, y comprende que el silencio es acción, halla la luz y la paz en todas sus acciones.» –leemos en el Bhagavad Gîta, 4.18.

Encontrar el silencio en el actuar, en la vida misma… ¿cómo? Por unas horas vamos a tener la oportunidad de descargarnos de horarios apretados, de prisas: un tiempo para el silencio, la serenidad, la escucha, la conexión con la vida… ¡vida y silencio parecen no acabar nunca de encajar! Por un lado va la vida, entre ocupaciones y preocupaciones; por otro los momentos de silencio, como pequeños oasis aislados. Y mientras, en nuestro fondo, se deja sentir ese anhelo de unificación, de paz, de que el silencio impregne nuestros días. De lograr, algún día, “darnos al Todo sin hacernos partes”, sin divisiones –como decía Teresa de Jesús, pues también ella vivía esa misma inquietud. ¿Cómo hacer, o cómo no-hacer, para que silencio y vida sean una unidad?

Ese interrogante no ha dejado de latir en los distintos rincones del planeta, dando lugar a numerosas reflexiones y consejos que nos llegan por medio del rico legado de sabiduría de Oriente y Occidente. Es el “gran tema” que abordan el Bhagavad Gîta, el Daodejing, los Evangelios, el Shin Hin Mei, y tantos otros textos. Y, con su ayuda, va a ser también el interrogante que orientará las distintas prácticas del fin de semana.

Combinando espacios de meditación silenciosa y momentos de reflexión y lectura meditativa, podremos profundizar en lo que puede significar que “la acción sea silencio” en nuestras vidas. Tendremos tiempo para explorar algunas de esas propuestas, para observar nuestro actuar, para sopesar sugerencias y recursos. 

Teresa Guardans es documentalista y doctora en humanidades. La íntima relación entre silencio y conocimiento captó su atención desde joven y ha orientado su investigación y su vida, bebiendo de diversidad de fuentes; con especial interés por comprender la aportación del silencio en el ámbito educativo. Tras años de profesión bibliotecaria, se incorporó al equipo docente de CETR (www.cetr.net) en Barcelona, donde también coordina el equipo de didáctica en su elaboración de materiales pedagógicos (en www.otsiera.com). Es autora de algunas obras como: La verdad del silencio (Herder), Imhotep y el faraón (Lalè) o Silencio (San Pablo).

Fechas y horarios

Acogida el viernes 16 de febrero, de 18:00h a 19:00h.

A las 19:30h comenzamos el retiro.

Salida el domingo 18 de febrero, a las 15:00h, después de comer.

Lugar

BARNEZABAL Alkargunea-Casa de espiritualidad

C/ Sallobente, 20, 48249 Berriz, Bizkaia

Cómo llegar

Aportación económica

Habitación doble: 140€
Habitación individual: 160€

Inscripción

Plazas limitadas. Barnezabal dispone de 36 habitaciones individuales y 7 habitaciones dobles. Serán repartidas por orden de inscripción.

Para inscribirte:
Primero: Envíanos un correo electrónico con el asunto «retiro», indicando tu nombre y apellidos, comunicándonos tu intención de apuntarte.
Segundo: Una vez que te hayamos confirmado que hay plaza libre, haz un ingreso en el número de cuenta de La Caixa:

CC: 2100 6253 4001 0009 2959

IBAN: ES02 2100 6253 4001 0009 2959

cuyo titular es “Asociación para la meditación Kita Kaze” indicando en el concepto “Sesshin- Nombre y apellido del participante”.

Hasta la realización del ingreso la plaza no se reserva definitivamente.

Información importante…

Para acudir, es importante haber practicado meditación previamente, y en todo caso, ser una persona a la que conocen Rafa Redondo y/o Teresa Guardans.

Si alguna persona tiene alguna condición física y/o psíquica reseñable para su estancia en el sesshin, por favor, comunícalo a la organización antes de apuntarte.

Si alguien se apunta, paga y no avisa con suficiente antelación de que no acude, se hará cargo de los gastos del alojamiento.

Un abrazo
Iparhaizea

Nos puedes encontrar en:

IparHaizea – Asociación para la meditación Kita Kaze

Calle de Gordóniz, 44

Bilbao, PV 48002

Vivir al día

La corriente única de la Vida

Lo que llamamos «mundo» son las olas del océano del Tao. Nuestra mente ordinaria, en complicidad con los sentidos, solo puede conocer esas olas fugaces y volubles. Pero más allá de ese vaivén, posibilitándolo y sosteniéndolo, la Vida, insondable, ilimitada, inagotable, permanece.

Solo es el Tao, la Vida. Este mundo cambiante propiamente no essucedeacontece en el seno de lo único que es, como la onda que surge, espontánea y fugaz, en la quietud de un estanque.

Todo ser corporal es un acontecer, no una sustancia.

Plotino

Cuando contemplamos las ondas que se forman en la superficie del océano del Tao, nos es dado conocer el mundo de las diferencias. Cuando advertimos que esas ondas son la expresión mudable de un único océano, sabemos de la unidad. De nuevo, no hay dilema o conflicto ―como nos ha hecho creer tantas veces la filosofía teórica― entre unidad y diferencia, como veíamos que no lo hay entre ser y devenir, apariencia y realidad.

Explícitamente, en el nivel de realidad accesible a nuestra mente ordinaria, somos diferentes. Implícitamente, en nuestra esencia, estamos unidos, somos uno. La Unidad se manifiesta y se celebra como diferencia. La realidad íntima de la diferencia es la Unidad.

En el reconocimiento de esta Unidad que late en las diferencias y que es la realidad íntima de las diferencias, radica, según la sabiduría, la culminación del conocimiento y la llave de la liberación. Descubrir esa Totalidad esencial que nos sostiene, superar la ilusión óptica que nos hace creer que nuestra vida es sustancialmente otra que de la de los demás, que el «yo» es esencialmente diferente del «tú», que nuestra inteligencia particular es distinta de la inteligencia que advertimos en la naturaleza, es el comienzo de la verdadera vida y la puerta de la plenitud. Pues descubrir que somos uno con la totalidad de la Vida es sabernos básicamente plenos, «totales».

Sólo hay Vida. No hay nadie que viva una vida […] pero en el seno de la Vida misma surge en la mente un pequeño torbellino que se complace en fantasías y se imagina a sí mismo dominando y controlando la Vida.

Nisargadatta

No hay vidas. Hay una única Vida. La totalidad del universo es un gesto único de la Vida. Cada realidad particular es parte de ese gesto; comparte con las demás un mismo sentido, una misma intención gestual. Por eso, el universo en su integridad y cada una de las cosas y de los hechos que lo componen, en una oculta connivencia, están apoyando y sosteniendo nuestra existencia.

No somos nosotros los que vivimos. La única Vida vive en nosotros. El sabio no siente que «viva su vida», pues se sabe vivido por la corriente única de la Vida. No se siente en último término responsable de lo que él es ―¿quién ha elegido ser quien es?― Y descansa en esta certeza, sorprendido y maravillado ante la obra que la Vida realiza a través de él y a través de todo lo existente.

En la medida en que permanecemos absorbidos en la apariencia de la realidad e identificados con nuestra propia apariencia, esa totalidad o plenitud esencial nos parecerá ajena a nuestra experiencia cotidiana; será, efectivamente, algo «Otro» que situaremos en un «más allá». Cuando despertamos a la realidad de esa única Vida, y comprendemos que es Ella nuestro verdadero Yo ―lo que es, piensa, quiere y actúa en nosotros―, ese supuesto «Otro» se nos revela como lo más propio, y corno la verdad y la realidad íntima de todo «aquí» y de todo «ahora».

No estamos arrojados a la vida, a la existencia; esta imagen es muy desacertada y el origen de una ilusoria enajenación. Somos expresiones de la Vida, estamos siendo sostenidos por Ella. Y, por eso, no hay nada distinto de nuestro propio Ser que nos pueda dañar.

Sólo cuando nos sabemos moradores del Tao, estamos en casa. Sólo cuando estamos en el mundo sin ser de él, siendo habitantes del Tao, podemos descansar.

Todo lo que sucede es expresión de una única acción, la de la Vida. El mundo natural expresa ineludiblemente ese único obrar. Es el Tao el que hace que el capullo se abra en flor, que el polluelo quiebre el cascarón en el momento justo, que el Sol complete su ciclo cada día; ellos no han de hacer nada por sí mismos para lograr tal cosa. Ahora bien, el ser humano, puesto que es auto-consciente, no se limita a ser cauce de la acción del Tao, sino que puede saber de Este y puede saberse partícipe de esa actividad espontánea de la Vida ―que sucede a través del individuo, pero no en virtud de él―. Puede encauzarla, respetarla, apoyarla, o bien resistirse a ella y distorsionarla, pero no crearla ni originarla.

[…] El yo particular es un colaborador, por ser auto-consciente, pero no un hacedor. Es un cauce, pero no un origen. Es un cocreador, pero no un creador. En la medida en que el individuo no crea, es pasivo; en la medida en que esa creación solo puede expresarse plenamente a través de él si se mantiene vigilante, es máximamente activo.

Pero ¿por qué la sensación de ser el hacedor último, no un cocreador, sino un creador, es algo tan arraigado en el yo superficial? El ser humano, como acabamos de señalar, frente a las demás realidades naturales, tiene la peculiaridad de ser auto-consciente, de poder saber de sí y reflexionar sobre sí. Por eso, cuando surge un pensamiento (emoción, impulso, etcétera) en el ámbito de su conciencia, sabe que ese pensamiento ha surgido. Este movimiento circular de la reflexión es la «grieta» por la que se cuela el yo superficial para apropiarse de lo que ha sucedido espontáneamente. El yo superficial, a posteriori, dice: yo piensoyo sientoyo quiero…; se apropia de cada acción, pensamiento, sentimiento, deseo… Pero no es él el agente, autor o responsable último de todo ello, aunque así lo crea.

Mónica Cavallé.

 

Música : Tiersen -Island

 

 

Estar despierto

 

Abrirse a la experiencia del Ser es el cambio más decisivo que puede darse en la existencia, supone tanto un viraje crucial como el comienzo de una transformación. La persona que haya caído en la cuenta de lo que supone ser su verdadero ser comprenderá que toda la naturaleza, incluida la de su propia mente y de su propio cuerpo, se halla impregnada por el Ser que la envuelve. Estar despierto es captar que no sólo es uno quien toma conciencia de la Vida, sino que es la propia Vida la que toma conciencia de sí misma a través de la forma humana que le ha sido dada.
Sí, el Espíritu forma parte de nuestra propia urdimbre, él es la misma trama de nuestras células, el aliento de nuestro aliento que suspira en el tejido de nuestro profundo palpitar.
Rafa Redondo
Llega un momento sin momento en que la persona practicante experimenta que la Vida no cabe en ninguna escuela, práctica, religión u organización…Un momento allende el tiempo, en que te acusarán de “ir por libre”, y confundirán silencio con silenciamiento; pero te sentirás solidariamente libre. Un momento sagrado. Muy sagrado, por cierto. Lo sé.
Rafa Redondo

 

Transito tus silencios
de ti, oh espesa noche,
de la que soy tu centinela;
oh, noche, que me hieres y consuelas,
noche que ciegas y deslumbras…
Transito por tu umbría silenciosa,
cenagales y sendas pedregosas,
rodeado de estrellas y penumbras,
fantasmas de la noche que en las albas declinan
(al menos hasta ahora….),
cuando la densa y honda verdad de tu palabra,
silente y penetrante Dios,
sale, envolvente, ya a mi encuentro.
Y, con todos los sentidos muy despiertos
Puedo, al mismo tiempo, oír tu luz,
otear tu sentir en mis adentros.
Y olfatear con hondo paladar
el suave frescor de la inocencia.
Rafa Redondo

 

Música:  Ajeet – Healing Song