Tú, Gran Silencio,
huracanado aliento
de tu Presencia.
Rafa Redondo
Música: Hildegard of Bingen : De Spiritu Sancto
Tú, Gran Silencio,
huracanado aliento
de tu Presencia.
Rafa Redondo
Música: Hildegard of Bingen : De Spiritu Sancto
Eso que llamamos Dios está en lo íntimo de cada ser humano. No es algo separado de nuestra vida, no, no es una fabricación de nuestra mente, una representación medio intelectual o medio afectiva, el juegos de nuestra imaginación que nos sirve para vivir «ilusionados». Eso que llamamos Dios es una presencia real subrayo: una presencia real que está en a raíz misma de nuestro ser. Esta presencia no es evidente. No se capta como se captan otras cosas más superficiales. Se la percibe en la medida en que uno se percibe a sí mismo hasta el fondo. í, hasta el fondo. Su misterio es tan inalcanzable como lo es el misterio de cada ser humano. Dios se me hace presente cuando me hago presente a mí mismo con verdad y sinceridad. No es posible entrar en la experiencia de Dios si vivo permanentemente fuera de mí mismo. Os invito a que leáis las confesiones de San Agustín, concretamente su TARDE TE AMÉ.
Rafa Redondo
¡ Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!
Tú estabas dentro de mí, y yo fuera,
y por fuera te buscaba, y deforme como era
me lanzaba sobre las cosas hermosas por Ti creadas.
Tú estabas conmigo,
y yo no estaba contigo.
Me retenían lejos de Ti todas las cosas,
aunque, si no estuviesen en Ti, nada serían.
Música: Tarde te amé – San Agustín
Música: Nights from the Alambra – Loreena McKennit