Archivo de la categoría: Desde el silencio

Vacaciones inteligentes

Me llega una invitación para meditar en Bali, Islas Hawai; también otra variable en Punta Cana; ambas dentro de un programa de turismo místico bautizado como “Vacaciones Inteligentes”. Se incluye el programa y el precio: Coaching, Atención Plena, Mindfulnnes, Zen para ejecutivos… La de Dios, y nunca mejor dicho. Todo esto dentro de un con-texto temporal en el que me indican que hoteleros y gerentes, devenidos en Maestros, palían la crisis incrementando su sobresueldo desarrollando conciencias ajenas y bolsillos propios. Todo un alarde del posmoderno despertar en el bien organizado mercado contemplativo donde en escenarios paradisíacos se combina el Seguir leyendo Vacaciones inteligentes

Eterna danza sin danzante

Como una danza sufí que no alcanza su final, el tiempo gira y más gira en su eterno retorno. Y con ella y desde ella, sentimos un nuevo golpe de sangre en el corazón. No, no es verdad lo aparente al decirnos que todo se repite, ni que esa sangre en las arterias se coagule. La forma cambia, por más que la memoria se obstine. Y el viento nos trae un nuevo verbo sin idioma, y el pisar se abandona en cada huella.

La vida es Vida, paloma mensajera; y es preciso -más bien vital- rastrear en cada instante el trazo de su vuelo siempre renovado. Mirar, fisgar, olisquear, como un arquero acecha el flujo de la Novedad, que se desvela y revela en el vivir. Hasta perder la noción de lo aprendido, de todo significado adquirido. Hasta, ya despiertos, rendirnos ante el altar de lo Evidente. Porque ESO se hace evidente a tu Seguir leyendo Eterna danza sin danzante

Dama de Anboto

Rompe el día en el silencio de Berriz. Anboto al fondo despliega de la umbría haciendo Zen. Todo aún calla; los pliegues rocosos de la cueva, morada de Mari, desvelan ya el florear de la luz. La Dama me previene: buscar el despuntar la luz no es apropiarse de ella; más bien dejarla ser, aunque aún te ilumine.

Es el umbral del alba; luz que en cada guijarro prende, fulgurante momento de fuego, en cuyas sombras evanescentes se esconde el invisible dios que espera. Mi amigo Celso Navarro comienza el sesshin. Para él y para su sangha canaria este poema:

DAMA DE AMBOTO

¿Quién creó la escarpada geometría

de las rocas plegadas en la hondura,

ese magma de nubes y espesura

que serpea en Seguir leyendo Dama de Anboto