Atento a todo, en medio del huracán, el mejor sitio.
y atento a todos –y con todos- los sentidos. Atento al Todo que en ti late, que nos late, en medio de la refriega.
Escuchar con el tacto, el leve soplo de esa voz, estrujando en el oído el rugido, y el golpe, de la palabrería. Constatar que en el corazón del enjambre anida, furtiva, la Quietud.
Ver a través de los ojos del olfato la humareda que desgrana la plaza, atestada de gente, estirando el palpable latir del silencio que te habita, para luego sentir y pre-sentir -con los siete sentidos- el desierto en que anidan las pendencias.
Y sentirse distante, y, a la vez uno, solidario con esa sudorosa algarabía; atento, muy atento, a la voz de toda voz.
Ver, tocar, paladear, morder, olfatear, oír…de qué modo el ruido brota del No-Ruido, dulce como un beso.
Silencio y ruido, fundidos en el pedestal de luz que germina en medio de las sombras de los lugares comunes.
Porque tú, Fondo de todo fondo, clamas silencioso en la densa espesura del tumulto… para que puedas amar denunciando, sin des-fondarte.
Rafa Redondo
La metanoia que aquí nos interesa , pasa por la ruptura y destrucción de los viejos sistemas.
Sin una aniquilación del antiguo estado del sujeto, sin la muerte de la ilusión del ego como entidad separada del Todo, y sin abandonar las formas caducas; sin sacrificio en última instancia, no hay transformación del ser humano en su camino hacia su Centro
Rafa Redondo
Música: Armand Amar – Bab Áziz