Tierra y Cielo

Con este precioso texto de mi querido Rafael Redondo Barba me uno al Día Mundial de la Meditación.
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«Recibo, una vez más, el atardecer haciendo Za-Zen, viviéndome como si fuera un árbol.
Con las raíces del cuerpo enhebrados en el Hara, la savia del Espíritu se eleva a lo largo del tronco, abriendo su energía hacia la copa del mundo.
Tierra y cielo, así enlazados, proclaman nuestro doble origen, terrestre y celeste.
Unidos los dedos pulgares, con las manos hacia arriba… El cuerpo, respira en su quietud la transparencia a esa Fuerza que lo anima y lo sustenta.
Es a partir de la sentada en silencio cuando frecuentemente suele acaecer lo innombrable»
Rafael Redondo-Aromas del Zen
https://www.youtube.com/watch?v=55qtlyxaUW4

El Hijo del Hombre engendrado en nosotros

“Todos estamos llamados a ser madres de Dios. ¿Pues qué bien me hace a mí si el eterno nacimiento del Hijo divino ocurre incesantemente, pero no ocurre dentro de mí? Y qué bien me hace a mí si María está llena de Gracia pero yo no estoy también lleno de Gracia? ¿Qué bien me hace a mí si el Creador dio a luz a su Hijo pero no lo hace en mi tiempo y en mi cultura? Esto es, entonces, la plenitud del tiempo: cuando el Hijo del Hombre es engendrado en nosotros”.
Maestro Eckhart, S. XIII

“No somos seres humanos buscando una experiencia espiritual, sino el Espíritu haciendo una experiencia humana en nosotros.”
Atribuida a Teilhard de Chardin, S. XX

«No soy yo ya quien vive, sino Cristo quien vive en mí»
Pablo de Tarso, S. I

«No soy yo quien come, camina o duerme, sino el Buda quien come, camina y duerme.»
Bankei Yotaku, S. XVII

“¿Cómo puede ayudarte que Cristo encarnase en su tiempo, si no encarna también en tu alma? Que su nacimiento se haga carne en nosotros cada día y lleguemos a vivir en primera persona la experiencia de Pablo”.
Origenes de Alejandría, S. II

“Hasta que Cristo no nazca en tu interior, tu alma no estará entera, aunque en Belén mil veces más naciera.
Angelus Silesius, S.XVII

«El verdadero Camino es en realidad sencillo, se trata de no escoger».
Sôsan Daishi (Shin Jin Mei), S. VI

«Bodaishin, el interior impulso de buscar»
Kakuan Shion (Jûgyûzenzu, 1er dibujo del boyero), S. XII

Está bien disfrutar de las fiestas con la familia, los amigos, hacer regalos… lo que nos alegre y unifique, está bien. Pero para la persona que se toma en serio la práctica espiritual, conviene no perder el foco sobre lo que implica la Navidad, que es la germinación de lo divino en lo humano, la encarnación, eso de lo que hablan los místicos de todas las épocas. El Padre haciéndose hijo, que germina en el interior de la Madre, el Vacío haciéndose forma, la semilla del Satori germinando en el Tanden.

En la tradición Zen se habla de Bodaishin, el impulso hacia la Verdad que germina en el Centro del ser humano. No tiene lógica, por tanto, es «sin pecado concebido». Es puro, no está contaminado por el makyô, el engaño, la racionalización.

Si se cuida esa semilla, germinará. Debe ser regada con la práctica, la atención y la confianza. Sin prisa, sin expectativa, sin condiciones, sin pretender que crezca como me gustaría, o que no crezca como no me gustaría. Sin escoger, solo hacer tu parte, confiar, calmar las aguas y afinar la escucha. Confiar, practicar con atención, esperar. Practicar, vivir con atención y compasión, confiar, confiar, confiar.

Confiar.

Feliz Navidad a todxs.

Pablo Garmendia

 

 

Música:  Bil Douglas. – Deep Peace

Un encuentro con el Amor

Hay encuentros que son siempre motivo de dicha y celebración.
Hay personas cuya mirada es encuentro, son encuentro sus palabras y sus textos… Ellos mismos son puro encuentro…
Encuentros esenciales, no por su magnitud, ni por su importancia, sino por lo dulce y concentrado de su sabiduría, de su enseñanza y por la verdad que transparentan.
Encuentros que son néctar, arrope… Y a la vez fuerza, huracán, torrente de vida…
Encuentros puros y dulces pero al mismo tiempo provocadores y excitantes… Que nos impelen a entregarnos rendidos y agradecidos a la Vida tal cual se presenta…
Vislumbramos pistas, huellas, puertas, ventanas, luces, horizontes… Caminos para el ENCUENTRO con la Presencia que somos… Con lo innombrable.
Un encuentro con el Amor, con lo trascendente, con lo divino, pero en lo humano y desde lo humano.
La vulnerabilidad, la rendición, la gratitud, la desidentificación, la compasión, la confianza, el desasimiento, el Silencio, la contemplación, la oración, el arte… Caminos que pueden conducirnos al encuentro.
El CUERPO… Templo que nos ha sido dado para nuestro reposo y transformación.
Potente camino para el encuentro con todo aquello que buscamos fuera teniéndolo dentro.
Encuentro que nos lleva a bajar a Dios de la mente, del mundo de las ideas y experienciarlo mediante gestos. .
Encuentro que acerca lo corporal a lo espiritual y viceversa.
Encuentros a los que Rafael Redondo Barba nos conduce, porque él mismo es encuentro y «encontrador de encuentros’.
Mi gratitud por todo lo vivido y compartido en el precioso ENCUENTRO del pasado viernes en la presentación de los libros: «La Presencia del Jesús interior»
«Orar con el cuerpo».

 

Paloma San Roman

Percibir -y recibir- la fuerza de la vida gravitando en este instante ígneo, interminable. Y que el cuerpo no estalle; ahí el milagro: ¿quién, entre golpes de dolor, y a pesar de ellos, y junto a ellos, sembró en el corazón humano la ternura que libera mi conciencia?
Momento sin momento, que no pasa, ajeno al tiempo.
Así lo veo hoy yo, cazador de instantes: nada se mueve. Tan sólo cede la mano del Misterio, la que concede rebajarse en amor indescriptible. Colmada sed de infinitud. Aún en el mismo abismo del abismo.
Y, agradecido,
lo escribo,
lo confirmo.
Lo hago tuyo. Es.
La experiencia del Ser, nos abre la conciencia , para bandearnos en el mundo y percibir con lucidez la fuerza de la sombra de quien, acostumbrado a aterrorizar, siente ahora la amenaza de no seguir haciéndolo. Intenso miedo a perder pie.
Miedo a la libertad; miedo a no poder seguir esclavizado a esclavizarme. El miedo cambia de dueño.
La experiencia de ser, nos faculta para des-cubrir la lucidez del existir. Y con ella, la experiencia amorosa y compasiva de atender al tirano ayudándole -o impidiéndole- a no tiranizar. Un arte urgente, necesario e imprescindible, para quienes quieren transformarse y transformar el mundo.
Rafa Redondo

 

Múisca: Hans Zimmer

Meditación Bilbao