Zazenkai 23 Setiembre Con Alicia Martinez
Teisho Zazenkai – Alicia
Poema En este atardecer de Abril…
Texto de Moratiel Cuando uno se da cuenta de lo pasajero…
Poema Sin ni siquiera buscar consuelo…
Poema Las hojas no caen en Otoño… se desprenden…
UNA PUERTA A LO REAL
_Busqué la Verdad por todas partes, abrí las puertas que miran hacia fuera y hacia dentro. Me
armé de ojos internos y externos. Guardé silencio en la ciudad y en el desierto, sin captar el eco de su
reclamo. Leí libros sin hallarla. Y en el desarraigo final sentí mi arraigo: yo mismo era esa llamada, ese
reclamo.
Solo la desnudez da paso a lo real
RAFAEL REDONDO. El brotar del asombro.
Rafael Redondo, en este texto, describe el camino que muchos de nosotros
recorremos. El Camino de la Vida. Existimos, aunque no siempre nos sentimos vivos. Sin
embargo, albergamos un recuerdo en nuestro interior, el recuerdo de esa Vida que nos está
reservada, y que todos merecemos.
Partimos de una búsqueda: de la Verdad, del Sentido de la Vida, de saber como
vivir, o simplemente buscamos la manera de salir del sufrimiento. El caso es que nos
ponemos en camino.
Los primeros pasos que Rafael describe tiene que ver con la acción de llamar y
buscar en muchas puertas. Todos podemos reconocernos ahí. Después nos habla de ver
(me armé de ojos internos y externos). Mirar hacia fuera, luego hacia dentro. Guardé silencio. Es en Silencio donde todo empieza a cobrar sentido. ¿Para qué la contemplación? nos
preguntamos a veces, en esos momentos de desánimo que todos tenemos en este Camino
de la Vida. ¿Qué sentido tiene estar ahí sentados, en silencio? Un día y otro, una sentada y
otra ¿Qué ganamos con ello? Rafael nos responde con una palabra: desarraigo. Es una
palabra que Rafael ama especialmente, y es una palabra dura: no tener raíces,
desprendernos del sostén. Rumí nos dice en un verso: Vuelve a la raíz de las raíces, que es tu
propia alma. ¿De qué nos hablan entonces? ¿Soltar un falso sostén para encontrar el
verdadero fondo? Pues nos hablan de algo muy simple en realidad. Dejar de identificarnos
con nuestro pensamiento, descubrir que éste no es nuestra verdadera identidad. Es simple,
pero es un camino contracorriente. Por eso es importante la perseverancia, aunque nos
resulte árido, aunque nos parezca que nos alejamos egoístamente del mundo, aunque nos
encontremos con montones de resistencias. Perseverar.
Nos pusimos en camino buscando algo y nos encontramos -nos dice Rafael, Yo
mismo era la llamada-, con nosotros mismos. ¿Era eso lo que andábamos buscando?
Encontrarnos con nosotros es estar en casa, es la reconciliación, es salir de la fragmentación. Y desde ahí vendrán batallas, dificultades, pero habremos dado con la Roca,
con el sostén, con la confianza.
¿Es este el final del Camino y de la búsqueda? No sé si hay un principio y un final,
pero lo importante, es que venga lo que venga, nos coja caminando.
Solo la desnudez da paso a lo real, con eso termina Rafael. Quizás solo se trate de soltar,
una y otra vez, incansable e insensatamente, y dejar que lo real se haga presente en nuestras
vidas.
Y celebrarlo.
ALICIA MARTÍNEZ
Alicia Martinez nace en Sevilla en 1960. Bióloga de profesión, comienza desde muy joven a dedicarse a la pintura y más tarde se adentra en la poesía, la narración y en la escritura de artículos de reflexión. Desarrolla un trabajo de expresión conjunta de pintura y poesía.
En 2015 publica su primer poemario El brotar de la luz, editorial Karima, que recoge su obra poética desde 2000-2015. En 2016 en la misma editorial se publica 28 heterónimos para Pessoa, en el que se incluyen 2 poemas de la autora. En 2016 también se publica un ensayo del que es autora, en Desclée de Brouwer, Enseñanzas del Silencio de Moratiel,
Promueve y coordina, desde 2016, talleres de poesía en el ámbito hospitalario.
Es traductora de dos obras del poeta francés Christian Bobin, El Bajísimo que se publican en El Gallo de Oro ediciones, en 2016 y La presencia pura en la misma editorial, en 2017.