…y brota el asombro…

Todo el ser, en cuerpo y alma, estaba enteramente presente. Es un suceso que, por más que se repite, nunca deja por ello de ser extraño y nuevo: la mente se torna vacía, cesando todo modo de reacción y ni siquiera se es consciente del Vacío que invita a la Vida a manar y alimentar el existir. Hasta que uno lo resume sobre un papel escrito, en un valdío afán de describir la realidad indescriptible…
Y brota el asombro, prendido a veces del suspiro y a veces de una lágrima, acompañados de una recóndita y profunda sensibilidad que invade toda la conciencia. La belleza sin nombre, sin formas; territorio sagrado donde no cabe la palabra. Sólo ser, sólo Ser. Sólo suceder…
ESO, aparece más allá de la dicha o la desgracia. ESO, emerge donde nadie escarba: guarecido fuego que fulge en el eterno rescoldo de la Gracia, alentado por el soplo del Silencio
.
Somos el lugar donde el Todo puede ser hallado, los propios nervios de la Luz, su propia sombra por ella herida. El tú de nuestro más profundo yo.

 

 

Música:  Something of time – Nightnoise

 

Un pensamiento en “…y brota el asombro…”

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