…Toda noche engendra un Alba…

Nada hay ajeno al sol en el desierto. Su presencia, don de Vida que en todo ser viviente brota, y en toda vida se derrama; antorcha que, por más que lo parezca, jamás vi yo extinguirse en los ocasos vespertinos.
Lo sé por experiencia: aunque el corazón nos tiemble y a veces los miedos nos rodeen y los cimientos nos sacudan, hospedados en la tierna fortaleza del Ser de los Abrazos, podemos aguardar, muy confiados, las tormentas de arena que agitan el desierto de tus noches. Toda noche engendra un Alba.
R.R.

 

Música:  Dougie MacLean – Caledonia

 

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