Hueco Camino

Pensar, ainda assim, é agir.

So no devaneio absoluto,

onde nada de activo intervén,

onde por fim até a nossa consciencia de nos mesmos se atola num lado

–so aí, nesse mono e húmido nao ser,

a abdicaçáo de acçao completamente se atinge.

Nao querer comprender,

nao analizar…

Ver-se como a natureza;

olhiar para as suas impressoes como para um campo –

a sabedoria é isto”.

Bernardo Soares (Livro do desassossego)

NIEVA

LO EXTRAORDINARIO PRESENTE EN LO ORDINARIO

Despojado de todo lo nombrable, desasido de cualquier instante alguno. Mancillado por las llagas cuyo rostro son, en plural, el sufrimiento, único, de los seres que van apareciendo en el camino.

A veces cansado, muy cansado, uno se para y mira lejos, a penas atisbando más allá de la invernal cascada que el llanto seco deja en el sendero.

La ciudad se siente salvaje, como fiera acorralada intentando no tanto imponer su criterio cuanto no dejarse atravesar por el dolor ajeno. Pero su naturaleza sabe que por el camino por donde se transita, paso a paso, adentrándose con la vana esperanza de ahuyentar la incertidumbre de la duda, no hay remedio que no pueda conciliarse con lo inevitable. El abismo está ahí. No hay que saltar. No hay que huir. Simplemente hay que dar un paso y ser abismo. Despojarse de todo ropaje. Abandonar el nombre incrustado en la piel arrugada. Desasirse de todo recuerdo y abandonar la compañía de la mochila cada vez más hueca. Hueca del tiempo que ya no es tiempo.

Ser, siendo en cada instante, como la cascada escondida, transparente ante la mirada del niño, flujo de vida sobre el precipicio por donde la luz penetra para mostrar las sombras ocultas.

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Meditación en la Fuencisla

Juan de la Cruz, y en ello se parece a Miguel Hernández, es una de esas raras aves entre los escritores, cuyas manos han conocido los callos de la azada antes que los de la pluma. En su juventud fue, además de carpintero, sastre grabador y pintor.

«No cualquiera que sabe desbastar el madero, sabe entallar la imagen, ni cualquiera que sabe entallar, sabe perfilarla y pulirla, ni cualquiera que sabe pintarla sabrá poner la última mano y perfección». Así es su poesía.

Poesía hecha de cielo y tierra, que atraviesa aquel abismo de grajeras, del que, ahogada en los arbustos de un salvaje vacío, aún resiste al tiempo la pequeña ermita, donde Juan, siendo un erudito, dejó de serlo para plenificar el mismo vacío, en un canto que va más allá del amor y de la muerte, más allá del poder de las instituciones eclesiásticas que le encarcelaron, más allá de la tortura y la cárcel, más allá de la Inquisición.

En el paisaje de la Fuencisla clama el silencio; clamor de muerte y clamor de vida, allí se Seguir leyendo Meditación en la Fuencisla

Para Andoni y María, mis compañeros del camino a la eternidad.

Mi intención era que este texto fuera leído en el funeral de Andoni, pero no pudo ser. Sin embargo, estará presente no solo en nuestro corazón agradecido, sino también a la vista de quienes buscan e sentido del vivir más allá de la vida y de la muerte.

Cuando mi oración se hizo más callada y más interior,

tuve cada vez menos que decir.

Al final me callé del todo.

Me volví un oyente,

lo que seguramente es

un mayor contraste al hablar.

Primero creí que rezar era hablar.

Pero aprendí que rezar no es

solamente callar, sino escuchar.

Así es:

Rezar no es escucharse hablar.

Rezar es:

Ir callándose y estar en silencio y

esperar hasta que el orante

oye a Dios.

SÖREN KIERKEGARD

 

Solo –clamaba Dürckheim- en la medida en el que el hombre se expone una y otra vez a las aniquilaciones del mundo, puede surgir en él aquello que es indestructible. En esto yace la dignidad del atreverse a dar el salto.

Y añade: El objetivo de la práctica (de la expansión de la conciencia) no es desarrollar una actitud que le permita al ser humano adquirir un estado de armonía y paz, en el cual nada pueda molestarlo. Por el contrario, la práctica debe enseñarle a dejarse asaltar, perturbar, empujar, y hasta romper; es decir, debe permitirle animarse a abandonar su anhelo fútil por la armonía, la ausencia de dolor y una vida cómoda, para poder descubrir, luchando contra las fuerzas que se le oponen, aquello que lo aguarda más allá del mundo de las polaridades.

“El primer requerimiento es tener el coraje para enfrentar la vida mirando los ojos a la muerte. Solo si nos aventuramos en forma repetida y estable a través de estas zonas de aniquilación, puede hacerse firme y estable nuestro contacto con el Ser Sobrenatural, que está más allá de toda aniquilación. Cuanto más aprende un hombre a hacer frente incondicionalmente al mundo que lo amenaza, más se le revelan las profundidades de la Naturaleza Esencial del Ser y más se le abren las posibilidades de una nueva vida en continua Transformación.”

Es en este contexto como os invito a la lectura –para muchos, relectura- de las dos cartas de nuestro compañero de Camino, Andoni, que, a título póstumo, y con su permiso, transcribo y comento.

Querido Rafa: Tal y como hemos quedado te indico a continuación cómo estoy viviendo la enfermedad: Como sabes estoy perfectamente informado de que TENGO UN CANCER DE PULMON QUE ESTA PEGADO A LA AORTA Y POR TANTO NO SE PUEDE OPERAR. AUNQUE SE LE APLIQUE QUIMIOTERAPIA Y RADIOTERAPIA NO LO VA A CURAR. HA PRODUCIDO METASTASIS EN GANGLIO, COSTILLAS Y FEMUR Y ES MUY AGRESIVO. LA MEDICINA NO TIENE SOLUCION Y LA ESPERANZA DE VIDA ES MUY CORTA.

Desde que tengo conocimiento de todo esto nunca he dejado de estar sereno (en ningun momento). Miro las cosas de frente y vivo lo que tengo que vivir. Tengo el DEBER de luchar por vivir, pero sabiendo que LA VIDA  tiene sus pautas y ella decidirá lo que tenga que ser y yo tengo la obligación de ACEPTAR lo que la citada vida decida. Lo que si tengo que decirte es que el ego (con minúsculas) ha pasado a un segundo lugar. Ya no se monta películas puesto que no tendría sentido, y eso es porque sabe perfectamente lo que hay y por tanto poco tiene que opinar. Esta serenidad es maravillosa y no puedo describirla con palabras. Lo único que sé es que tengo que dar gracias por cada instante que se me concede y disfrutar de lo que cada día me depare y como dice la canción «GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO………….».

Recibe un fuerte abrazo de Andoni.

Querido Rafa: Como continuación al correo que te envié ayer quiero añadirte lo siguiente que considero muy importante: LA SERENIDAD DE LA QUE TE HABLO Y DE LA CUAL DISFRUTO NO ES MIA. NO SE DE DONDE VIENE NI PUEDO Seguir leyendo Para Andoni y María, mis compañeros del camino a la eternidad.

Meditación Bilbao