Gesto en Saibigain

Nuestros brazos, apéndices del tronco, hoy se alzan al viento como ramas despojadas. Manos vacías, derramadas de uno mismo hasta el horizonte sin costuras. Cercana lejanía. Se extingue la noche al alumbrar su aurora. Es preciso quitarse de en medio, extinguirse, como condición de un gran alumbramiento. Indestructible fragilidad temblando en los destellos de lo oscuro. Fulgor en la fragua de Urkiola amanecida.

Se desvela el numinoso estruendo de la oquedad del Dios Vacío y esculpido roquedal. Manos alzadas, que no aferran, que sueltan y conceden; manos como pies, que desandan sus propias huellas; manos del manantial, silencio inmóvil del Seguir leyendo Gesto en Saibigain

Contemplar

Lo que verdaderamente es nuestro yo real no puede ser visto, ni ser dicho; tampoco es una simple sensación, sino una profunda vivencia.

Tu naturaleza y la mía forman parte del baile del Fondo Total que todo abarca; una intensa y total desmesura sin forma en la que toda forma existe. Estoy hablando de un “sujeto último”, o mejor: el infinito, que para ser vivido, el que percibe debe atravesar lo percibido. Seguir leyendo Contemplar

El rosario del anciano

De muy niño, contemplaba en él una inocente paz sin horizontes, donde ya –creo que tendría yo poco más de tres años- indagaba el porqué de la existencia peregrina hacia el Misterio. Y en la cercana compañía de aquel bondadoso anciano, y en aquellos ingenuos parpadeos de mi tierna niñez, pude atisbar un ancho mar de paz que no era de este mundo; un lugar sin lugar, espacio sin anchuras, infinitamente más amplio que Seguir leyendo El rosario del anciano

Meditación Bilbao