Hasta entonces siempre la había visto de lejos, a través de la tele.
Hablaba otros idiomas, residía en otras casas. Siempre evitándola, llamándola de otro modo, cerrando los ojos o mirando para otro lado. Sabía de ella de pasada, en forma de papel pegado a alguna pared, o escondida en un coche oscuro. Le dedicaba media hora máximo, si ésta le tocaba a alguien cercano y acudía a la iglesia.
Siempre le sucedía a otras personas, mas mayores, que habían llevado mala vida o habían tenido mala suerte… hasta que un día se acercó tanto que se llevó consigo parte de mi: adoptó la forma de mi aita. ¡¡Ahí estaba la Muerte¡¡
La injusticia, como la Muerte, ha estado siempre ahí. Pero siempre se cebaba con gente lejana, de otros países, emigrantes, gente de mala vida, de mala suerte… se evitaba nombrarla y para hablar de ella se utilizaban Seguir leyendo La gran maestra→
¿Quién soy? ¿Para qué he venido aquí? Eternas preguntas, ante las que no cabe otra opción que la de responder mediante otra pregunta: ¿quién es el que quiere conocer? De esta cuestión se trata: de indagar quién es el que es capaz de ver el cielo estrellado pero incapaz de verse a sí mismo.
Quién soy yo es la cuestión que abre las puertas a la indagación del Manantial de la conciencia.
“Ponerse atrás”, volver al estado de Testigo (cognosco me cognoscere rosam: conozco que conozco la rosa), y reposar en lo Sin-Nombre, “más atrás” de cualquier emoción, “más atrás» de todo sentimiento, pensamiento, imagen o estado de ánimo, todo eso es el Seguir leyendo ¿Quién soy?→