Árbol, árbol, árbol

Como un árbol que tiende sus ramas me asiento en la tierra.

Árbol lleno de hojarasca, ramas viejas, flor marchita, tronco herido y sabia helada.

Un pájaro se mece en mis ramas, trina su canto susurrándome al oído. Cae la noche el pájaro duerme, y al despertar el pájaro no se ha ido. Permanece allí observando a aquel árbol marchito. El pájaro despega, su labor ha cometido.

Pronto cae la hojarasca de mis ramas. Pronto caen las ramas viejas que ya no sustentan mi tronco herido. Mi tronco se deshiela y con él mi sabia.

En la nada me quedo, arraigada en la tierra. En la nada estoy, solo con Seguir leyendo Árbol, árbol, árbol

Lo que no queremos ver

La Corrala Utopía y la lucha por el derecho a la vivienda

Había tanto cansancio en los ojos de esa mujer, de esa vecina de la Corrala Utopía, ayer tarde, sentada sobre el escalón de una plaza frente al Ayuntamiento de Sevilla… pero había más cosas en su mirada, había rabia, impotencia, resolución, dignidad, había tantas cosas…y dicen que son analfabetas.  Lo que saben estas mujeres, lo que han aprendido en esta lucha, de dos años ya, por el derecho a tener un hogar para ellas y sus hijos, y lo que es más grande aún,  por un derecho a la vivienda para todos, más allá de sus intereses particulares, es algo que nunca podrá contenerse en los libros, porque es pura vida, aprendida en la dificultad, en circunstancias a las que nadie tendría porqué tener que enfrentarse.

En los ojos de esa vecina había muchas cosas, pero algo le faltaba a su mirada, le faltaba el Seguir leyendo Lo que no queremos ver

El prodigio de respirar

Cada momento de hacer Za-Zen es para mí una oportunidad de re-cor-dar mi nadería: un ser Nadie que, por serlo, abre su puerta hacia un extraño, pero real, lugar sin lugar del que todo adviene en forma de Muerte y Vida. El más antiguo evento, que es el prodigio de respirar.

Respirar es ser flujo en la gran corriente de la Vida, su continuo devenir; es el vibrar de nuestra incesante metamorfosis que nos lleva a dejarse tocar por el Aliento del Ser que nos respira y se deja respirar.

Respirar la posibilidad de abrirnos a una consciencia que incansablemente se ensancha y nutre en el Resuello de Dios, mientras, imparable, atraviesa nuestros más recónditos capilares.

La respiración no la hemos forjado por nuestra cuenta, nos ha sido dada, y prestar oídos a su incansable borboteo es un motivo más que suficiente para Seguir leyendo El prodigio de respirar

Meditación Bilbao