El Maestro Eckhart, consideró que el verbo TOMAR del texto evangélico se debe traducir como alzar, o superar, (aufheben, en el idioma germano), añadiendo que debe tomar y hacer desaparecer todo aquello que resulte una cruz y sufrimiento. Porque para quien renuncia o se niega a sí mismo haciendo desaparecer su propio yo no tiene cabida el sufrir, porque así como a Dios nada puede turbarlo ni hacerlo sufrir, tampoco nada podría turbar a un hombre así. Alzar la cruz, su cruz, no es, por tanto, un sufrimiento sino una promesa, y, más que un mandamiento, es una recompensa. Así, la afirmación «Creedme yo he vencido al mundo» es fruto de una experiencia transformadora, que el amoroso Maestro de Nazareth la vivió en sí y regaló al mundo.
Rafa Redondo
Música: Philip Glas -Mishima