«Creedme yo he vencido al mundo»

Que yo tenga como meta amar a mis enemigos no quiere decir que sea condescendiente con la injusticia.
Me indigna la frialdad de los asesinatos de Hamás; pero también los bombardeos ordenados por el gobierno de Israel cuya crueldad asombra diariamente al mundo. Al primero se lo califica de «terrorista», al segundo, no.
Vladimir Putin tiene prohibido salir de Rusia bajo orden de arresto incondicional. Netanyahu no.
Desde hace unos días en las calles de Madrid es ensalzado Franco. Si un muchacho de Euskadi hiciera lo mismo, pero al revés, la policía le rompería la cara y le caerían por lo menos 3 años y medio de cárcel.
Vuelvo al silencio, pero no acataré jamás el silenciamiento.
Rafa Redondo

El Maestro Eckhart, consideró que el verbo TOMAR del texto evangélico se debe traducir como alzar, o superar, (aufheben, en el idioma germano), añadiendo que debe tomar y hacer desaparecer todo aquello que resulte una cruz y sufrimiento. Porque para quien renuncia o se niega a sí mismo haciendo desaparecer su propio yo no tiene cabida el sufrir, porque así como a Dios nada puede turbarlo ni hacerlo sufrir, tampoco nada podría turbar a un hombre así. Alzar la cruz, su cruz, no es, por tanto, un sufrimiento sino una promesa, y, más que un mandamiento, es una recompensa. Así, la afirmación «Creedme yo he vencido al mundo» es fruto de una experiencia transformadora, que el amoroso Maestro de Nazareth la vivió en sí y regaló al mundo.

 

 

Rafa Redondo

 

Música: Philip Glas -Mishima

 

 

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