Esa extraña grandeza, que,
si con atención se mira,
en las cosas pequeñas se des-cubre…
Esa secreta dádiva,
esa escondida luz
que los ojos del mundo
hoy regalan a mis ojos…
Poesía es lo más cercano a la no palabra del misterio del Ser, el encuentro de dos silencios: el que no tiene forma, y el de quien se abre a la escucha. Dios, dijo el maestro Saramago, es el silencio del universo y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio.
Esa extraña grandeza, que,
si con atención se mira,
en las cosas pequeñas se des-cubre…
Esa secreta dádiva,
esa escondida luz
que los ojos del mundo
hoy regalan a mis ojos…
Liberada del yugo de las horas,
se desliza la Acción de lo sin forma:
insomne,
sin gesto que la arrumbe.
Y aún más implacable
cuando a mis manos se entrega y me devora
en mutua dádiva imparable.
Acción de lo sin-nombre, abierta al arco múltiple que estalla en la Materia.
Acción que, sin hacer, me hace hacerme Nadie
y de Nadie me fecunda,
esculpiendo en el alba este poema.