Archivo de la categoría: Palabras para acompañar

En este espacio, se brinda esa compañía que emerge desde lo más profundo, de alma a alma.
Palabras que, desde la presencia, dan la mano a la persona en el proceso de autoconocimiento.
Un pequeño lugar de encuentro y reflexión en el – a veces difícil- Camino cotidiano.

Aitite, tengo miedo

El nieto se va a acostar y el abuelo le acompaña:

  • Aitite, tengo miedo.
  • ¿Que tienes miedo? -el abuelo extiende la mano- ¡Pues dámelo!
  • Pero… ¡no está!
  • Pues eso, no está. Duerme tranquilo.

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Vacaciones inteligentes

Me llega una invitación para meditar en Bali, Islas Hawai; también otra variable en Punta Cana; ambas dentro de un programa de turismo místico bautizado como “Vacaciones Inteligentes”. Se incluye el programa y el precio: Coaching, Atención Plena, Mindfulnnes, Zen para ejecutivos… La de Dios, y nunca mejor dicho. Todo esto dentro de un con-texto temporal en el que me indican que hoteleros y gerentes, devenidos en Maestros, palían la crisis incrementando su sobresueldo desarrollando conciencias ajenas y bolsillos propios. Todo un alarde del posmoderno despertar en el bien organizado mercado contemplativo donde en escenarios paradisíacos se combina el Seguir leyendo Vacaciones inteligentes

Eterna danza sin danzante

Como una danza sufí que no alcanza su final, el tiempo gira y más gira en su eterno retorno. Y con ella y desde ella, sentimos un nuevo golpe de sangre en el corazón. No, no es verdad lo aparente al decirnos que todo se repite, ni que esa sangre en las arterias se coagule. La forma cambia, por más que la memoria se obstine. Y el viento nos trae un nuevo verbo sin idioma, y el pisar se abandona en cada huella.

La vida es Vida, paloma mensajera; y es preciso -más bien vital- rastrear en cada instante el trazo de su vuelo siempre renovado. Mirar, fisgar, olisquear, como un arquero acecha el flujo de la Novedad, que se desvela y revela en el vivir. Hasta perder la noción de lo aprendido, de todo significado adquirido. Hasta, ya despiertos, rendirnos ante el altar de lo Evidente. Porque ESO se hace evidente a tu Seguir leyendo Eterna danza sin danzante