Archivo de la categoría: Palabras para acompañar

En este espacio, se brinda esa compañía que emerge desde lo más profundo, de alma a alma.
Palabras que, desde la presencia, dan la mano a la persona en el proceso de autoconocimiento.
Un pequeño lugar de encuentro y reflexión en el – a veces difícil- Camino cotidiano.

Quebrar el cerco

Hemos obturado nuestra relación con la globalidad que somos, y así, obstruida nuestra conciencia, viviendo –es un decir- separados, creemos vivir en lo real, aunque ni por asomo atisbamos la real realeza del vivir. Esa es nuestra tragedia.

Sin embargo, cuando el crisol del sufrir, el sinsentido, la soledad o la muerte nos permite que por nuestras entrañas se abra paso la Conciencia, quizá –o sin quizá- entonces podamos comprender quiénes realmente somos más allá del amor y de la muerte.

Más allá y acá del cuerpo ordinario que percibimos, limitado en sus cuatro costados; la humanidad ha podido experimentar a lo largo de los siglos otras grandes dimensiones que sobrepasan y exceden la conciencia ordinaria. Más allá de la sutil energía que transita nuestras células, y más allá de los límites de nuestra mente corporal, el ser humano ha sido capaz de verse como es a pesar de los vaivenes producidos por esa ilusión que llamamos “la vida”: “Algo” que perdura inextinguible. Nacemos, crecemos, morimos; pero “algo” se mantiene sin merma, y podemos verificarlo en la meditación; “algo” que nunca ha nacido y no sujeto al cambio ni a la vejez. En la meditación, aunque no podamos describirlo, sí podemos constatar el «Yo“que hay detrás de todo yo condicionado, la Unidad que palpita tras todo modo de existencia. “Algo” que Seguir leyendo Quebrar el cerco

Respirar

Hoy, una vez más, me «cogió» desprevenido el prodigioso hecho de respirar, y asombrado como un niño comprobé que cuando el imperecedero vaivén del respirar es percibido con la calma de quien no busca provecho ni pone voluntad en lograr ninguna suerte de meta u objetivo, y la atención se centra en el prodigioso sube y baja de la expiración-inspiración, nos hallamos en el umbral de la experiencia del Gran Silencio. Acogedor abrazo del Misterio que culmina con una gran certeza: Alguien me respira.

Es radicalmente importante atender a ese portentoso reclamo que en cada instante nos es dado; pero, sobre todo, saberse detener en él, permanecer en él, para saborear ese Misterio que pugna por desvelar su ocultamiento y hacerse Presencia. La Presencia es Alguien, progresivamente gigante en la misma medida en que, dejando a Seguir leyendo Respirar

Lo sé y lo escribo

Estar disponible es lo que me ha enseñado la práctica diaria de la meditación silenciosa. Ello ha supuesto para mí ponerme infinidad de veces frente –enfrentarme- a posiciones viejas y a leyes y costumbres admitidas sin rechistar, creencias que se hallan en las antípodas de la Vida. Pero ésta, que es pura y constante sorpresa, no digiere la inmovilidad: su viento sopla donde quiere, y lo mejor de ella es que nunca sabremos a qué atenernos. Ante su misterio sólo cabe el asombro y la apertura, la sabiduría de la inseguridad, el arraigamiento en el desarraigo. Ella nos enseña a atisbar el Fondo indestructible en plena fragilidad. Y no, no son palabras. Lo sé y lo escribo.

La Vida, dulce y dura Maestra, que para reconocernos como sus discípulos exige la cancelación de Seguir leyendo Lo sé y lo escribo