Archivo de la categoría: Desde el silencio

El rosario del anciano

De muy niño, contemplaba en él una inocente paz sin horizontes, donde ya –creo que tendría yo poco más de tres años- indagaba el porqué de la existencia peregrina hacia el Misterio. Y en la cercana compañía de aquel bondadoso anciano, y en aquellos ingenuos parpadeos de mi tierna niñez, pude atisbar un ancho mar de paz que no era de este mundo; un lugar sin lugar, espacio sin anchuras, infinitamente más amplio que Seguir leyendo El rosario del anciano

Amanecer en IparHaizea

La noche se hizo antorcha.

Se oía la luz.

Se acercó vestida de fulgor de aurora y zendo. Como un resorte, nos levantamos hacia el ventanal para dejarnos inundar de ella, preñar, darnos a luz desde su luz. Y el kin-hin devino en gesto de cuerpo y alborada. Gesto abierto a la escucha del Gran Silencio…

Es que es tanta la belleza del amanecer cuando Seguir leyendo Amanecer en IparHaizea

Metanoia

La meditación supone -no exige, supone- una transformación de la estructura mental de nuestra angustiada sociedad, su descarada injusticia, su carencia de afecto que la destruye.

La meditación es la esperanza regeneradora de una mente alienada (que ha cedido su autonomía personal en aras del reino poderoso del dinero, a lo que llama “la realidad”), de su espantosa moralidad, de su impune instalación en la mentira, de su sistemática agresividad con los más pobres.

Si tu meditación es un asunto privado, algo que Seguir leyendo Metanoia