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Retiro Zen

Y ahí estaba yo, con mi cojín de meditación, mi pijama y un puñado de prejuicios metidos en un bolsillito de la maleta; dispuesta a pasar un fin de semana Zen y a zambullirme en las profundidades del silencio.

Nunca había practicado Za-zen. De hecho, no tenía ni pajolera idea de lo que era. Sí que tengo hábito de meditar, practico Chi kung hace años, pero de la meditación zen sabía poco o nada. Pero me anime. Me animó un compañero de trabajo (gracias Marce) y de pronto me vi montada en un coche rumbo a Berriz a pasar el fin de semana.

Tengo que reconocer que al principio me sorprendieron muchas cosas. El respeto al entrar en la sala de meditación, el protocolario saludo al entrar y salir, el resonar de los las makilas de madera (disculpad mi ignorancia) antes de empezar cada sesión de Za-zen…

Me sorprendió escuchar: “¡kin hin!” y ver como todo el mundo se levantaba de su asiento y se ponía a andar lentamente por la sala.

Reconozco que al principio sentía ciertas resistencias y algún miedo; ciertos prejuicios a lo desconocido.

Y entonces Pedro, el maestro, dijo algo. No recuerdo con exactitud su frase pero se mantiene nítida en mí la sensación que tuve; fue como un dardo de amor al corazón. La onda de sus palabras atravesó toda la coraza de miedos y prejuicios y una pequeña lágrima rodó por mi mejilla. Y pensé: vale, Naiara, aparca todo, y Seguir leyendo Retiro Zen

Congreso «Humanizar la educación»: meditación guiada por Rafael Redondo.

Video de la meditación guiada por Rafael Redondo en Bilbao el 29/6/2014, presentado por Nuria Gonzalez Zulueta, en el congreso «Humanizar la educación» organizado por la UPV/EHU durante los curso de verano.

Fuente

LA MIRADA DE ASOMBRO, por Roberto Folgueira

Querido Rafa (y todos aquellos compañeros/as que leáis esto),

El otro día asistí por primera vez al Zazenkai (todo es nuevo para mí en Iparhaizea) y fue una maravillosa experiencia compartir una mañana de meditación y silencio con tantos compañeros y compañeras. Al final de la sesión dejaste un espacio abierto para preguntas y dudas acerca de la práctica del zen. Yo no hice ninguna pregunta a pesar de que las dudas que tengo sobre la propia práctica en sí son muchas, pero ahora no me preocupa demasiado si mis dedos están bien colocados, si la respiración es adecuada, si la espalda está perfectamente recta, si soy capaz de o no de observar mis pensamientos sin ser arrastrados por ellos. Dejo eso a la ortodoxia, que seguro que tiene justificadas razones para valorar cómo debe uno practicar zazen. Para mí el simple acto de sentarme en silencio sin hacer nada ni esperar nada es ya algo extraordinario. En un mundo donde hemos glorificado la acción por encima de todo, sentarse a hacer nada, sólo a observar, me parece casi un acto de rebeldía social.

Lo que a mí me sugirió tu espacio para preguntar no fue nada relacionado con la práctica del zazen. Mi pregunta era anterior: ¿por qué practicar zen? La respuesta a esa pregunta, que me había acompañado toda la mañana de zazenkai, la había encontrado la Seguir leyendo LA MIRADA DE ASOMBRO, por Roberto Folgueira