Cuidar con mimo que la práctica meditativa no me acomode y resigne a la esclavitud de “lo que hay”, ya que el Gran Silencio, entre otras cosas, supone borrar y desbancar el establo establecido. Su indiscutible capacidad de vaciar el narcisismo para devenir en lo que en el Fondo somos, nos hace indomables e insurrectos al engaño cotidiano que nos ata a la mordaza de la Patología de la Normalidad. El peor virus.
Nacimos para mejor destino que pastar en este globalizado muladar.
El Silencio es Vida, no permitir jamás que nos silencien.
GABON.
R.R.
Música: Merry Christmas Mr. Lawrence – Ryuichi Sakamoto