Abrirse a la Escucha

Abrirse a la escucha del Silencio,
ese que deja siempre una cicatriz
que ya nadie podrá curar, ese Amor
que nos hiere para siempre.
Su presencia en el aire siendo aire…
Presencia como Soplo, como Viento.
Sí, esa honda Presencia,
que, sin dejarse ver, se manifiesta y se derrama;
la que se deja oír cuando ya nada se deje oír..
¡Ah, ese renacer,
ese recomenzar,
que, tierna y tercamente,
cobijan los finales…!
Recibir dando,
elevarse al hundirse,
nacer muriendo.

 

Rafa Redondo

Música:  Loreena Mckennitt –  Prologue

 

 

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